Transcurren los años de la gran depresión en los estados unidos y la situación no es muy agradable para muchos, sobre todo en la ciudad de nueva Orleans, donde un vago llamado Chaney (Charles Bronson) llega a bordo de un tranvía que recorre el país en busca de oportunidades, con el tiempo este sujeto conocerá a Speedy (interpretado por Jame Coburn), un promotor de peleas callejeras con quien entablara rápidamente una relación de negocios, y bueno quien no lo haría sabiendo que puedes ganar unos billetes intercambiando puñetazos en una época donde no había muchas oportunidades de empleo. Como su nombre lo dice los tiempos son duros y se ponen peor debido a que Speedy resulta ser un explotador oportunista que no sabe cuando calmar sus ambiciones, razón por la cual terminara metiéndose en un gran problema, no obstante la nobleza de Chaney se hará presente para sacarlo de ese apuro sin importar los golpes que tenga que recibir ya sea para salvar una vida.
Nada mejor que una tarde-noche viendo al gran Charles Bronson cagando a trompadas a todo el mundo.
Este film del año 75 logra plasmar una dura realidad que la gente de la época que allí se recrea estaba atravesando, aquí podemos ver a un Charles Bronson que de por sí ya lucia bastante viejo, interpretando a uno de esos típicos peleadores callejeros que busca ganarse el pan de cada día, sin embargo también se le podrá ver un comportamiento pícaro por momentos como solo este buen señor imprimirle a un personaje, sin olvidar que aquí tenemos a un director bastante reconocido y me refiero a Walter Hill, el sujeto es un experto en películas cuyo tema principal es rajarse la cara a puñetazos con otros, y prueba de ellos es su película the warriors que ya saben que se encuentra basada en la novela homónima de Sol Yurick o la película undisputed que es un poco mas contemporánea y de la cual tengo un grato recuerdo debido a su buen desarrollo, desarrollo que aquí también se hace presente porque presenta una de esas producciones de antaño que no necesitaban de gran presupuesto sino de un gran corazón ya que su historia capta al espectador de una manera particular, sin un argumento demasiado complicado logra llegar ubicarse entre esos films que marcaron toda una generación de buen cine. Y recuerden que si no ven esta película, Charles Bronson irá al taller de Heberto a matar a Heberto.
Si esta alquilada llévate…
Como no tenemos más cintas de Boxeo o de Bronson (¡Sacrilegio!), recomendamos que te veas la genial “The Warriors”, que es del mismo director.
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