Por Pipochoco
Para los que no estudiaron historia en la escuela, Héctor Echavarria es lo mas cercano a un héroe de acción que hubo en la Argentina, una especie de Jean Claude Van Damme tercermundista podríamos decir sin equivocarnos. Este artista marcial arranco su carrera en la pantalla nada menos que en la mítica serie Miami Vice, lo cual le dio chapa para volver al país y realizar una trilogía de Exterminators y la serie por la que es mas recordado Brigada Cola (con su personaje mas que original, Echeverry). Tras lo cual muchos pensaron que quedo perdido en el limbo que absorbió a muchas estrellas de los años 90, pero no, regreso a Estados Unidos donde entrado ya el nuevo milenio hizo la película que lo consagro dentro del cine berreta de acción de formato hogareño, Extreme Force. A lo que le siguió una carrera dudosamente exitosa dentro de este mercado (¿?) llegando hasta a dirigir, escribir y protagonizar películas de super acción como esta en concreto:
NEVER SURRENDER (o Soy un Grosso y quiero que el mundo lo vea): De entrada podemos ver a un Echevarria excedido de peso demostrando sus dotes marciales cual Elvis del octágono, interpretando a Diego Carter, el campeón mundial de MMA. Tras esto podemos ver su biografía a modo de comercial, la cual parece que fuera del mismísimo Echevarria por la historia. Después se encuentra con una tremenda rubia en un boliche que lo invita a ver unas peleas increíbles, a lo cual Diego con tal de ponerla la sigue como si nada. Ahí conoce al pelado Seifer, organizador de estas luchas ilegales por Internet en la cual el ganador de cada pelea además puede empomarse a la prosti que acompaña al luchador. Tras escuchar esto, Diego acepta entrar en el torneo poniendo una cara como diciendo “si son minitas el premio peleo contra King Kong”.
Así tras su primer pelea, vemos como se empoma a la rubia, después un montaje con rock onda 80s y el entrenando con su clásica vincha de su época de brigadista, y ahora le toca un duro rival, un ruso que es una mole de músculos (todo esto anunciado onda mortal kombat berreta, con el locutor del juego y todo parece). Pero la montaña de fierros no puede contra el físico forjado a asados de Diego. Después le sigue un nuevo montaje que ahora muestra a Echevarria venciendo a distintos luchadores y dándole a espectaculares minas, al final lo vemos un poco agotado, con los músculos adoloridos por las peleas pensaran? No, le arde el pito de tanto entubarse a estas escorts de lujo. También es bueno resaltar que antes de cada pelea se hacen un video patotenadose verbalmente, en los cuales Diego a veces responde con una mirada blue steel o a veces con frases onda “yo crecí en las calles de Sudamérica papá, no le tengo miedo ni a Dios con un palo en la mano”. Seguidamente tras estar cansado de garchar (acá ya se vuelve ciencia ficción la película) descubre que en realidad hay una trata de blanca como tras fondo de este torneo. A lo que el dice “seré un tremendo fanfarrón pero soy buen tipo”, por lo que decide enfrentar al pelado y salvar al mundo hasta la próxima semana. Pero el mafioso justo esta peleando con su mejor amigo, ahí nos damos cuenta que este malo de turno es otro gordo choripanero que pelea con pantalones al estilo linyera. Obviamente lo asesina para encabronar más al héroe. Por lo que volverá después con sus amigos luchadores profesionales para acabar con todos, claro que Seifer tiene una banda de facinerosos protegiéndolo, pero se olvidan que Diego es argento por lo que trae a sus amigos sindicalistas para un tiroteo final, al cual luego llegan los policías pero logran escapar disimuladamente en su limusina blanca mas grande que la de Will Smith.
Y así termina esta reseña/ tributo al Steven Seagal de la pampas. Quien demuestra que siendo un gordito sin carisma también se puede triunfar en Hollywood, grande Echeverry…
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